Montar una peluquería es uno de los sueños de pequeña empresa más habituales en nuestro país. Por eso hemos decidido escribir este artículo dando las principales pautas a tomar en cuenta para elaborar el plan de empresa de un establecimiento dedicado al corte de pelo y otros servicios de belleza.
Presentación del sector
En los últimos datos conocidos, había en España más de 85.000 establecimientos de peluquería y estética, es decir uno por cada 500 habitantes aproximadamente. A pesar de sufrir de la crisis como todos los sectores, sigue siendo un mercado muy apetecible para emprender, que mueve una cifra de negocios entorno a los 3.500 millones de euros anuales.
Se trata de un sector muy atomizado, aunque últimamente las grandes cadenas están cogiendo protagonismo. Sin embargo, el exceso de ambición de alguna de ellas les ha llevado a serias dificultades, como demuestra el concurso de acreedores de una de las marcas más famosas.
Estudio de mercado
Antes de montar una peluquería, es fundamental estudiar el mercado de la zona. Se trata de una actividad muy local, y por lo tanto habrá que centrarse en buscar una ubicación con una clientela potencial buena, a la vez que se estudiarán a los competidores. Como para cualquier negocio, el propósito es poder proponer un servicio diferenciado de la competencia, y atractivo para un número suficiente de clientes.
Como ya explicábamos en el párrafo anterior, en España de media hay 2 establecimientos por 1.000 habitantes. Es una buena referencia para estimar si una zona está correctamente cubierta por el servicio, saturada o al contrario si hace falta un establecimiento. Pero cuidado, el estudio de mercado de nuestro plan de empresa no puede limitarse a números. Una zona céntrica que tenga ya unos cuantos competidores puede ser mucho más interesante que una zona residencial en un barrio de clase media. Además, como muchos locales y tiendas, una buena ubicación significa visibilidad y que haya mucho paso de gente por delante de la vitrina.
Factores diferenciales
En un sector maduro y altamente competitivo, diferenciarse es fundamental. Por eso el plan de negocio tiene que reflejar una estrategia de aportación de valor muy argumentada. Puede ser mediante la oferta de servicios adicionales (estética, manicura, bronceado), puede ser enfocando el servicio a una clientela especializada (estrategia de bajo coste para jóvenes, o de lujo para clientes de clase acomodada), pero tiene que haber uno o varios factores que el cliente pueda valorar como claramente mejores que la competencia.
Estimación de ventas
Una peluquería media factura unos 40.000€ anuales. Es cierto que este dato mezcla salones con una sola persona trabajando y otros muchos más grandes, pero da una buena idea de lo que se puede esperar. Para estimar las ventas, un trabajo siempre complicado, se puede dividir las ventas por tipos:
- el servicio de peluquería (será de lejos la principal fuente de ventas)
- la venta de productos (los típicos champúes y accesorios profesionales para clientes exigentes)
- los otros servicios de belleza
En 2008, época antes de la crisis, se estimaba que el gasto medio por cada visita a la peluquería era de 14€ para los hombres y de 40€ para las mujeres. Está claro que esas cifras deben haber bajado mucho últimamente, pero no estaría descabellado contar con 10€ por hombre y 30€ por mujer. Estimando el número de clientes que puedan acudir se puede calcular una facturación.
Por ejemplo, suponiendo un negocio con un autónomo de martes a sábado y un empleado a tiempo parcial los viernes y sábados, se podría estimar que vengan 5 personas al día de martes a jueves, 10 el viernes y 15 el sábado. Un total de 40 clientes a la semana, y si contamos 48 semanas en el año (reservando 4 para vacaciones), serían 1.920 clientes anuales.
Suponiendo que la clientela sea un 40% hombres y un 60% mujeres, el precio medio podría ser de 22€. Si este importe es con IVA, netos serían unos 18€. La facturación por cortes sería entonces 1.920 x 18 = 34.560€.
A eso habría que sumar la venta de productos (entre un 5% y un 10% de las ventas por servicios de peluquería), es decir que podríamos añadir otros 2.500€. Finalmente, habría que sumar otros servicios, como manicura, o servicios especiales (peinado y maquillaje para bodas y comuniones, por ejemplo). Para esta simulación de plan de empresa podríamos estimar unos 3.000€.
De esta forma, se llegaría a los 40.000€, algo bastante acorde con la media del sector. Pero por supuesto hay que hacer un trabajo adaptado a cada caso. Si la estrategia es de bajo coste, puede que haya bastantes más clientes pero con una venta media más baja, y al contrario con una peluquería de lujo. Pequeñas variaciones de los factores de estimación puede llevar a grandes diferencias en el cálculo de los ingresos potenciales.
También hay que tomar en cuenta la estacionalidad de las ventas. En algunas épocas (Navidades, verano, bodas, comuniones) muchas personas acuden a la peluquería para mejorar su aspecto. Calcular la variación de las ventas es importante para la previsión de tesorería.
Inversión y Financiación
Además de los gastos (que detallaremos después), montar un establecimiento de peluquería implica un desembolso importante de dinero. Primero hay que pagar la fianza del local (dos meses de alquiler sin IVA). Normalmente, y salvo que sea un traspaso, hay que pagar obras de acomodación y comprar material (sillones, espejos, máquinas, secadoras, caja registradora). Si se opta por ofrecer servicios adicionales como una cabina de rayos UV, la inversión sube notablemente. De media la inversión puede costar entre 30.000 y 50.000€.
La financiación dependerá de cada uno. Algunos emprendedores no necesitarán recursos externos, y otros tendrán que presentar su plan de empresa a bancos y organismos de subvenciones. El plazo del crédito se tendrá que valorar en función de la estimación de resultados de la empresa.
Estimación de gastos y costes
Los principales gastos de una peluquería son el personal (cuota autónomos, sueldo y seguridad social empleados) y el alquiler del local. Pero tampoco hay que minimizar los otros gastos asociados al local (luz, agua, suministros), la amortización de la inversión, los servicios a profesionales (gestoría), y los distintos gastos iniciales (licencia de apertura, honorarios arquitecto, publicidad).
Al tratarse de un negocio local, la estrategia de comunicación debe también ser muy local. El buzoneo es una buena opción. Tampoco hay que descartar soluciones económicas como las redes sociales y la presencia en Internet, especialmente con herramientas como Google sitios, para que el establecimiento aparezca si alguien usa el buscador.
Otros factores a tomar en cuenta
No se exige ningún título especial para abrir una peluquería, pero el centro tendrá que cumplir con las exigencias normativas del ayuntamiento o de la consejería de sanidad. Antes de comprometerse con un local es muy importante comprobar si no hace falta hacer obras para obtener la licencia de obras. Aspectos como la accesibilidad pueden ser impedimentos imposibles de solventar.
Fuente: http://blog.cofike.com/plan-de-empresa-de-una-peluqueria/
